Caminaba solitario a eso de las 5:00 de la madrugada por calles típicas del centro de la ciudad. Llevaba unos jeans azules un tanto gastados, una polera negra sin ningún símbolo o dibujo, zapatillas completamente negras y una mochila gris. Se veía como un hombre joven de edad cercana a los 20 años. Tenía el pelo largo, ni liso ni ondulado, era una cosa extraña. Estatura media, contextura gruesa, caminar tranquilo y mirada atenta, esa era su apariencia. Parecía que todo estaba bien esa noche calida de verano y no habían preocupaciones que perturbaran su caminar. Estaba volviendo a su hogar tranquilamente.
Caminaba por una calle pequeña, alumbrada por esas típicas luces naranjas de ciudad. A lo lejos se escuchaban las sirenas de los autos policiales, cerca se escuchaba el ladrar de perros y el sonido de la poca locomoción que hay en la calle a esas horas interrumpía su meditar. En el cielo las estrellas se dejaban ver tímidamente, salvo esa muy brillante que aparece en época de verano antes del amanecer, no había nubes en el cielo y la luz del sol aparecía detrás de las montañas para terminar con la noche.
Nadie más caminaba por esa calle. De repente se dio vuelta bruscamente y alzo su mano. Un Bus se detuvo y el joven subió en el. Con una mirada rápida recorrió todo el bus. Una persona de edad estaba durmiendo solitario en uno de los primeros asientos, más atrás una pareja conversando, y al fondo de la micro un par de hombres ebrios que cantaban a ratos. El joven se quedó en mitad del bus, de pie casi al frente de la pareja, la mujer le había llamado la atención. Era una pareja con un hombre cercano a los 25 años y una mujer de alrededor de 20.
El bus salió de las calles pequeñas para entrar en una avenida principal, iba a exceso de velocidad lo que haría mas corto el viaje. Entre pensamientos y la música del mp3 el joven notó que la pareja discutía acaloradamente. Apagó la música, guardó los audífonos en el bolsillo y siguió atento. En un instante el hombre tomó a la mujer y la empujo lejos. Mientras le gritaba todo tipo de cosas comenzó a acercarse a la mujer que callo al suelo debido al empujón y el movimiento de la micro. Rápidamente el joven se movió y puso su mano derecha en el pecho del hombre diciéndole: "para". Con una voz fría y seca. Las miradas se cruzaron mientras que de atrás de la micro se levantaba alguien que había pasado desapercibido para el joven. Rasgo particular, usaba lentes de marcos gruesos y vestía extrañamente. Se acercó diciendo: "que te pasa, déjalos, no te metas en sus asuntos" con un leve tartamudeo. Llegó al lado del joven e intentó golpearlo. No lo consiguió. Sus lentes saltaron lejos, su nariz comenzó a sangrar y cayó al suelo de golpe. El hombre dijo: "quien te crees" y lo atacó. El joven apenas pudo bloquearlo, lo pillo de sorpresa. A esas alturas el viejo que venía durmiendo había despertado y el chofer comenzó a gritar que se bajaran del bus, la joven lloraba en el suelo y los ebrios ya estaban abajo de la micro. "OK, bajemos" dijo el joven y bajaron sólo ellos dos. La micro siguió su camino y la tensión se sentía cada vez más. No se cruzaron palabra alguna y comenzaron a pelear. Ninguno acertaba con algún golpe potente hasta que el joven dio un puñetazo directo en el corazón. El hombre saltó hacia atrás un tanto resentido y dijo "es hora de ir en serio no crees?". Con una mirada desafiante y llena de seguridad el joven le respondió: "creo que es hora de que te vayas a casa no?". El hombre miró el cielo y comprendió que no podía seguir con esto. "Terminaremos esto otro día" dijo y desapareció rápidamente del lugar.
El joven se quedó sentado en un paradero de buses un rato. Los rayos del sol le golpeaban la cara y se podían ver rastros de la pelea en su cuerpo. A su lado se sentó la joven que iba en el bus, "gracias", le dijo. "Olvídalo" respondió el joven. "Te puedo preguntar algo?", agregó. "Como puedes soportar ese olor?". "Qué olor?, no se a que te refieres" dijo la mujer. El joven sólo sonrió. Estuvieron un rato sentados ahí sin decir nada más. Un Bus se acercaba, "te sirve esa?", pregunto el joven. La joven asintió con la cabeza. Ambos subieron y continuaron sus caminos a casa.
viernes, febrero 25, 2011
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1 comentario:
Claramente tiene que haber continuación :P.
Que bueno que lograste escribirlo, suerte a tus personajes
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