lunes, mayo 03, 2010

Sólo una historia (0/?)

Era la celebración de algo importante en la ciudad y toda la gente estaba en las calles sin importar el frío ni la lluvia que se dejaba caer a ratos en esa noche de invierno. Era una ciudad a orillas del mar, con muchos cerros, calles empinadas no muy grandes salvo un par de avenidas principales, un gran puerto repleto de embarcaciones y una avenida al borde del mar que de noche tenia un lugar muy iluminado, lleno de vida, y otro cercano al puerto muy oscuro y abandonado. Era una noche sin luna y el brillo frio de las estrellas se dejaba ver a traves de las nubes amenazantes que cruzaban el cielo.

En medio de la gran fiesta que habia en las calles, de los bailes, la música, los cantos, la comida y la bebida, se encontraba una joven que aunque estuviera rodeada por muchas personas se sentía solitaria. Era una joven delgada, pelo liso y largo hasta la cintura, lindo rostro, y estatura sobre la media. Vestía unos jeans azules, unas zapatillas negras con blanco, una chaqueta negra, bajo esta traía un chaleco del mismo color, por el frío usaba unos guantes de lana que dejaban sin cubrir sus largos dedos y el pompón de algo que debía ser un gorro se asomaba por uno de los bolsllos de la chaqueta. Se le veía feliz y sonreía a cada instante, pero en su interior estaba buscando algo más, estaba intranquila, pero en ese momento debía disimular porque no quería que nadie notara lo que sentía.

En un momento la fiesta y la muchedumbre terminaron por aburrirla así que decidió alejarse a caminar solitaria por las calles alejadas de la fiesta. Comenzó a caminar hacia el mar bajando por una calle no muy iluminada. Viajaba al mismo tiempo sumergida en sus pensamientos cuando derrepente le pareció ver una sombra en una esquina que la observaba, prestó más atención pero no pudo ver nada así que pensó que sólo era su imaginación. En la siguiente esquina vió la misma sombra, ya no creia que fuera su imaginación, pues pudo distinguir una figura masculina con un largo abrigo que doblaba en la esquina y se ocultaba al sentirse descubierto. Apuró el paso para ver si podía alcanzar a esta persona, pero al llegar a la esquina donde la vió desaparecer no logro ver nada. Siguió caminando pensando que quizas habia sido sólo su imaginación, pero no estaba muy convencida de esto. Seguía pensando en quién era esa persona, cuando a una cuadra de llegar a la costanera, de un callejon, apareció de sorpresa un hombre que le pidió dinero. Tenía un gorro oscuro de lana, una bufanda que no dejaban ver su rostro y un abrigo desgastado lo cubría desde el cuello a los pies. Ella asustada dijo que no tenía dinero y echó a correr cruzando la calle lo más rápido que pudo. El hombre comenzó a perseguirla hasta alcanzarla y se la subió a los hombros. Los gritos y pataleos de la joven eran inutiles, se la llevó por calles cercanas a la costanera caminando en dirección al puerto donde esta avenida se vuelve un lugar oscuro. La joven no dejaba de gritar y resistirse, pero el bullicio de las calles cercanas hacian imposible que alguién la escuchara. En un momento el hombre tropezó producto del forcejeo con la joven y ambos cayeron al suelo. Ella desesperada al ver que el hombre venía denuevo a atraparla comenzó a dar golpes al aire, uno de estos golpes le dió de lleno en la entrepierna al sujeto y lo hizo caer de rodillas al suelo. La joven tomó esta oportunidad y corrió desesperada hacia la costanera, pero derrepente, un agudo y fuerte ruido se sintió, el secuestrador habia sacado un revolver de su bolsillo y disparó hacia la joven, esta siguió corriendo con todo lo que podía, cada vez más lento y con menos aliento. Estaba cerca de un muelle en la costanera, todo se encontraba muy oscuro y al voltear vió que el hombre se acercaba a ella nuevamente, ya no podía correr más, un disparo la había alcanzado y comenzó a desmayarse pensando que sería su fin, pues lo último que pudo ver fue al hombre a un par de metros de ella con una mirada furiosa y salvaje que se acercaba. Al caer, lágrimas corrían por sus ojos, sangre brotaba de un costado de su estómago mezclandose con una posa dejada por la lluvia que había caido hace poco y la vida se le escapaba en cada segundo.

Derrepente pudo abrir los ojos, lo primero que vió fue un hombre que la sujetaba en sus brazos mientras estaba en el suelo, después comenzó a mirar a su alrededor para ver donde estaba, seguía en el mismo lugar donde cayó desmayada y el sujeto que la venía persiguiendo estaba tirado en el suelo uno metros más allá. Volvió a mirar a aquel hombre que la había salvado para darse cuenta de que era el sujeto que la estaba observando antes de que todo esto sucediera, estaba sorprendida pero no podía emitir palabra alguna. Recordó que estaba herida y llevó su mano al lugar donde la bala había impactado, no sintió dolor y no encontró marca o cicatriz alguna, sólo restos de sangre de una herida que ya no existía. Miró fijamente al hombre, quien no dejaba de sujetarla, y le preguntó si había sido él quien la había salvado, el respondió que sí. La joven impactada por todo lo que habia pasado, sintió algo extraño y se llevó una mano al cuello, el hombre la detuvo y le dijo que no era necesario, ella sabía bién lo que había pasado, y que ahora, ella era una más de su tipo en este mundo.