sábado, octubre 24, 2009

Un lindo día

A estas alturas del año tener un dia como el de ayer es casi imposible, el calor ya debería haberse apoderado de las calles. El sol brillante debería dejar que el verde de las hojas de los árboles se luciera y dar paso a la primavera de una vez por todas. Pero ayer fue uno de ess días en los que el cielo esta gris y amenazante, dejando caer gotas cada cierto tiempo diciendo que el invierno aun no se ha ido, uno de eso días que tanto me gustan.

Cuando salí de mi casa lo hice asombrado por tener un día así, salí con una polera y unos jeans, pero guardé un polerón en mi mochila por si me daba frío. Tenía más o menos pensado que iba a hacer durante el día, ir al banco, ir a la U, conversar con amigos y despues irme a entrenar. La visita al banco fue mas corta de lo que esperaba asi que llegué a la U bastante temprano, antes de la hora de almuerzo y cuando hay pocas personas caminado por el patio. Me encontré con mucha gente, pero ninguna de ellas era con quien queria conversar, sin embargo pase toda la tarde con ellos, hablamos de los planes para la proxima semana, de como llevar a cabo varios proyectos y de que haríamos cada uno el fin de semana. Jugamos, nos reimos, molestamos, fue una buena tarde. Debe haber sido por como estaba el día, quizás todos buscabamos lo mismo, estar acompañados y sentir cerca a otras personas. Que era lo que yo buscaba en algunos momentos, abrazar a alguien, estar cerca de alguien, compartir lo que para mi era un lindo día. Me hubiera gustado salir a caminar con alguna persona pero no encontré a nadie que me dijera "vamos", la lluvia espanta parece. Así se pasó la tarde, entre risas y juegos, hasta que en un momento la gente comenzó a irse y me quede solo, comencé a pensar y de verdad en ese momento no queria estar sin compañia, queria que alguien me abrazara y conversar de cualquier cosa, como no podia cambiar esa situación decidí irme a entrenar, era bastante temprano pero ya sabia como hacer tiempo, me iria caminando. Calculé una hora de viaje asi que me puse el polerón, tomé mi mochila y dije hasta luego, no se a quien se lo dije, pero lo hice.

Caminando por la calle mi única compañia era el viento, el olor a lluvia, el ruido de los autos y mis pensamientos. Esperaba que se pusiera a llover otra vez pero esto no sucedió, las nubes sólo pasaban pero no hablaban, el agua que queria no llego para limpiar mi mente. No tenia una ruta planeada, sólo caminaba y cuando sentia que tenia que doblar por una esquina lo hacia. Camine por calles de santiago que nunca habia recorrido pero que estaban cerca de las que utilizaba frecuentemente. Como habia llovido hace poco todo se veia bastante bien, debo decir que me encanta como se ve la ciudad durante un día de lluvia, las posas en el suelo, el reflejo de las luces en ellas, el olor del pavimento mojado y los colores de la ciudad, todo eso depierta mi imaginación y ditrae mi mente. Habia caminado bastante, pase por sitios eriazos, bombas de bencina abandonadas y hasta por una verduleria de esas antiguas, que nunca pense que encontraría en una parte asi. Pase por alamcenes donde la gente estaba botando basura, discutiendo sobre que hacer y recibiendo pedidos, eran casi las 7 de la tarde y la gente seguía trabajando, seguían viviendo o sobreviviendo mejor dicho. Al doblar por una esquina olvidada por muchos vi el edificio donde tenia que llegar, es una construcción antigua que esta bastante a maltraer, desde donde llego generalmente sólo se aprecia una parte, pero desde donde estaba ayer podía ver que era un gran edificio, que resalta sobre el resto y que no me gustaria que lo remodelaran, pues en los días de lluvia no se veria tan bien. Crucé la calle y estaba de vuelta en la ruta que siempre hago desde el metro hasta el edificio, mi caminata habia terminado, estaba de vuelta en la rutina.

Llegué a entrenar y saludé a las personas que estaban ahi, despues de eso todo siguió normalmente. Caminé bastante bajo un lindo día y me sentia bien, sin embargo seguia echando de menos un poco de compañia.

martes, octubre 06, 2009

Intento de Poesia

Un Cielo de Distancia

Mira lo que haz hecho
me has puesto en contra
de las luces del cielo
que ya no me importan.

Sólo una de ellas
me presta su ayuda
acorta la distancia
extiende la locura.
Juntemonos en ella
fue lo que acordamos
para no estar solos
cuando nos ocultamos.

Un cielo de distancia
es lo que nos separa
cambiaría en algo
si esto no pasara.

Nuestras mentes unidas
corazones quebrados
por un maldito cielo
no estoy a tu lado.