Hace un tiempo dije que mi teclado no me motivaba a practicar, es verdad. Pero provoca cosas mucho mejores que una simple motivación por el perfeccionismo. Mi teclado ha sido testigo de mi vida durante mucho tiempo y en sus teclas guarda silenciosamente gran parte de la historia de mi vida, mis alegrias, mis penas, mi aburrimiento, mi enojo, etc.
Al poner mis dedos sobre sus teclas puedo ver muchos de esos recuerdos, puedo escuchar la melodia de mi vida. En sus teclas están grabadas esas notas, y mientras pasa el tiempo, nuevos compases aparecen y se van llenando con los sonidos que me rodean.
Si tuviera un nuevo teclado, puede que me motive a practicar y pueda tocar mejor y sacar más canciones, quien sabe. Lo que de verdad se, es que seguiré usando mi teclado actual por mucho tiempo.
sábado, septiembre 26, 2009
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1 comentario:
q lindooo!!!! .... debo admitir q mi teclado tampoco me motiva a practicar, ni mi guitarra ni mi flauta...ajajaja....pero todos tienen una historia...y ha llegado el tiempo en q yo los motive a ellos a crear melodias....ellos ya hicieron su trabajo....tal vez es lo q le paso a tu teclado?? :*
Becky
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